Este es un bulo que se está volviendo muy popular a raíz de la celebración del Día Mundial del Sida el pasado 1 de diciembre. Sin embargo, no hay pruebas de que esto sea verdad ya que ni el Ministerio de Sanidad, ni la policía Nacional, ni ningún otro cuerpo policial confirma que hayan habido contagios de VIH o tuberculosis entre sus miembros.