Para dar respuesta a esta pregunta hay que recurrir a varias fuentes. En primer lugar, los últimos datos publicados por la Encuesta Nacional de Salud del año 2017, revelan que la población inmigrante utiliza los servicios sanitarios un 7% menos que la población española, pues el grueso de la población inmigrante es más joven que el nacional.
En segundo lugar en materia de natalidad, el gasto es mayor, pues el 20% de los nacimientos en España en 2018 fueron de madres inmigrantes, pese a que representan solo el 10% de la población total. Sin embargo, según el INE, si no hubiera sido por su impulso demográfico el índice de natalidad en España habría caído un 42%.