Yo Me Quedo En Casa
Este es el himno de la cuarentena. A lo largo de los primeros días de este estado de alarma, que tan por sorpresa nos ha pillado a todos, lo hemos escuchado todo el tiempo. Ha sido el llamamiento de las autoridades sanitarias para frenar la expansión del coronavirus y lo hemos visto en todas las televisiones o en vídeos de famosos e influencers. Si queremos hacer ejercicio, tenemos muchos entrenadores personales que ofrecen clases en streaming desde su casa. Si lo que nos apetece es música, nos montan un festival desde el salón de decenas de artistas. Existen opciones para todos los gustos: cocina, manualidades, meditación… Sin embargo, no todos tenemos la suerte de tener una casa en la que refugiarnos y parece que entre tanto hashtag se nos olvida de lo afortunados que somos.
La otra cara de la moneda
Antes de esta crisis sanitaria se contaban por decenas de miles las personas que vivían en la calle en toda España. Esas personas que no tienen un lugar donde hacer cuarentena son aún más vulnerables que antes, sin hogar, sin la opción de los comedores sociales y, en muchos casos con patologías previas que ponen en riesgo su salud. Ante esta realidad, el Ministerio de Defensa ha dado instrucción de abrir los alojamientos militares y de repartir comida a las personas sin techo. Las iglesias pasarán a ser el primer punto de contacto para descubrir posibles enfermos y derivarlos a hospitales y servicios sociales, y Madrid pretende que IFEMA se convierta en la casa de hasta 600 personas durante esta pandemia.
Y aunque no os lo creáis, nosotros también podemos echar una mano. Con algo tan simple como mostrar respeto y empatía. Por ejemplo cuando de camino a comprar el pan veamos a alguien en la calle podemos interesarnos por su estado manteniendo siempre la distancia de seguridad. Podemos ofrecerles algo de conversación, que vean que no están solos y que le importan a alguien. Y sobre todo debemos prestar atención y alertar al 112 si creemos que alguien puede estar enfermo para que reciba la ayuda que necesita porque si algo está claro es que esta crisis tenemos que salir todos juntos, haciendo piña.